La función principal de los diputados es legislar, fiscalizar y representar a la ciudadanía en el Parlamento. Estas responsabilidades son fundamentales para el desarrollo democrático del país. Sin embargo, preocupa al pueblo boliviano que diputados como Leonardo Loza, Wilma Alanoca y otras autoridades, tanto del ala evista como en su momento del ala arcista, dediquen tiempo a participar en marchas, ya sea con fundamentos válidos o cuestionables, en lugar de centrarse en sus deberes parlamentarios.
Esta situación genera indignación, especialmente considerando que estas
autoridades son las primeras en cobrar sus sueldos, financiados con recursos
públicos, mientras el cumplimiento de sus obligaciones legislativas parece
quedar relegado. El pueblo espera que quienes lo representan actúen con
responsabilidad, priorizando el bienestar colectivo sobre intereses partidarios
o ideológicos.
Es momento de reflexionar sobre el verdadero compromiso de los
representantes electos y recordar que su principal deber es construir un país
más justo, desde el Parlamento, a través del trabajo legislativo y la búsqueda
de consensos. La preocupación de la ciudadanía debe ser una llamada de atención
para un cambio en la manera de ejercer el liderazgo político. //ecs. Encuentro
Alternativo
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